Pasaste la adolescencia y tu rostro quedó inmaculado; ningún rastro de barros o espinillas arruinó tu bonito cutis, pensaste que eras de los poco suertudos que se había librado de este problema. Pero llegaste a tus veintes, y ahora tu rostro está lleno de ese molesto acné, el cual creíste que nunca te iba a molestar.
Se suele pensar que el acné es solo cosa de la adolescencia, y que al hacerse mayor este desaparece. Pero muchos adultos presentan este tipo de imperfecciones, dejándolos muy confundidos y en una preocupación constante frente a su apariencia.
Y su principal pregunta es: ¿por qué tengo acné si soy adulto? No hay una única razón, ya que se combinan varios factores internos y externos. A continuación, te voy a explicar algunos, pero ten en cuenta que esto solo es una guía, lo ideal es que agendes una cita con el doctor Diego Roa para que puedas aclarar mejor esta información.
1. Fluctuaciones hormonales
Esto es más común en mujeres, ya que sus hormonas tienden a tener variaciones a lo largo de los años, más que las de los hombres. En muchos casos, el ciclo menstrual está relacionado a la aparición de nuevos comedones y barros (usualmente en los días número 18 al 21). El embarazo también afecta a la apariencia de la piel; esto se debe a que durante esta etapa hay más producción de andrógenos, contribuyendo a la presencia del acné.
Igual sucede con el Síndrome de Ovario Poliquístico, que provoca un desequilibrio hormonal en el cuerpo, lo que lleva a un aumento en la producción de andrógenos que estimulan las glándulas sebáceas, haciendo que produzcan más sebo, al mismo tiempo que influyen en la proliferación bacteriana.
2. Estrés
Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo libera una serie de hormonas, como el cortisol, que alteran el equilibrio hormonal. Este desequilibrio puede estimular la producción de sebo, que combinado con la presencia de células muertas en la piel, obstruye los poros y crea el ambiente perfecto para que proliferen las bacterias que causan el acné. Además, el estrés puede afectar nuestro sistema inmunológico, haciendo que la piel sea más susceptible a las infecciones y la inflamación.
3. Una dieta desequilibrada:
Alimentos con índice glucémico alto (pan, arroz, cerveza, harina de trigo), lácteos y azúcares muchas veces son los responsables de que aparezcan barros y espinillas, esto sucede porque generan hormonas que aumentan la producción de sebo en la piel, al tiempo que promueven la inflamación del cuerpo.
5. Productos para la piel y medicamentos
Algunos productos como maquillaje, cremas o serums suelen perjudicar la apariencia de nuestra piel, ya que pueden atascar las glándulas sebáceas, impidiendo el drenaje del sebo lo que potencia la formación del acné. Por otro lado, medicamentos como depresivos, esteroides y antiepilépticos también pueden provocar la aparición de barros o espinillas.
Vivir con acné tardío puede complicar diferentes aspectos de tu vida diaria: laboral, social y emocional. Para tu buena suerte, el doctor Diego Roa tiene una larga experiencia en tratamientos de acné, obteniendo resultados muy buenos para los pacientes. Comunícate a través de sus canales de atención y su equipo te agendará una cita para que empieces a lucir un rostro libre de imperfecciones.