¿Que tu tía te dijo que el botox deforma la cara? ¡No hay nada más falso que eso! Sin embargo, algo que sí es verdad es que a la toxina botulínica la han atacado con mentiras sin sentido, pero llenas de prejuicios. Esto es en parte injusto, ya que dermatólogos como el doctor Diego Roa recomiendan bastante el botox para disminuir la apariencia del envejecimiento.
Pensando en esta situación, decidí hacer este artículo para desmentir todos esos mitos que han rodeado al botox por muchos años, y, tal vez así te permitas disfrutar de todos sus beneficios.
1. El botox paraliza el rostro
Este mito proviene de la idea de que el botox «congela» las expresiones faciales. Sin embargo, la realidad es que, cuando se aplica de forma profesional y en las dosis adecuadas, el botox relaja los músculos responsables de las arrugas dinámicas, como el entrecejo y las patas de gallo, pero no impide que la persona haga expresiones naturales y tampoco te genera una parálisis en tu rostro.
La clave está en la técnica y la experiencia del especialista; por eso, debes acudir con profesionales certificados como el doctor Diego Roa, quien tiene estudios en medicina y dermatología, por lo que sus procedimientos son completamente seguros.
2. El botox es tóxico para la salud
Este mito está relacionado un poco al anterior, pero como ya te lo he mencionado, la toxina botulínica es segura siempre que sea manipulada por un profesional, por lo que en las dosis controladas que se utilizan para tratamientos estéticos, es completamente segura. Además, su uso médico y estético está aprobado por entidades de salud como la FDA.
Y algo que debes saber es que el botox se ha usado durante décadas en tratamientos neurológicos, oftalmológicos y estéticos sin evidencias de toxicidad en los procedimientos adecuados.
3. El botox deja el rostro sin sensibilidad
El botox se inyecta en los músculos del rostro con el fin de relajarlos y disminuir la aparición de algunas líneas de expresión; por lo tanto, los nervios sensoriales no se ven involucrados en este proceso. Esto significa que no afecta la capacidad de sentir de la piel ni provoca entumecimiento. La sensación táctil permanece intacta, ya que los nervios responsables de la sensibilidad están por fuera de la acción del botox.
5. Si dejo de usar botox, las arrugas serán peores
Primero, debes saber que el efecto del botox no es permanente, puesto que suele durar entre 4 a 6 meses, por lo tanto, cuando su efecto desaparece, la piel vuelve al estado en el que se encontraba antes de inyectarte dicho producto. Como las personas acostumbran a verse sin arrugas, al momento de apreciarse sin los resultados del botox, creen que han empeorado su apariencia, pero no es así.
De esta manera, no genera un efecto rebote, pero si deseas seguir con una piel tersa, puedes hacerte retoques cada cierto tiempo, o usar tratamientos complementarios para mejorar la apariencia de tu piel.
Para esto, debes acudir al dermatólogo Diego Roa, quien te asegurará un procedimiento sin peligro alguno para tu piel, y también te recomendará los mejores tratamientos para tu caso. Comunícate con él y date la oportunidad de tener una piel rejuvenecida.