¿Te han salido barritos rojos en tu rostro, principalmente en tus mejillas? Tal vez se trate de acné, o es lo que de seguro estarás pensando. Sin embargo, existe otra afección de la piel que puede llegar a confundirse con el acné: la rosácea, que se caracteriza por generar enrojecimiento, bultos con pus o vasos sanguíneos dilatados.
Otros síntomas comunes, que la diferencian del acné, también pueden ser:
- Sensación de ardor o escozor
- Piel seca, áspera o descamada
- Engrosamiento de la piel
- Ojos irritados (rosácea ocular)
¿Cuál es el origen de la rosácea?
Actualmente, no hay estudios que hayan identificado una causa específica que genere la rosácea, sin embargo, la combinación de algunos factores puede influir en su aparición, como el hecho de ser mujer, tener entre 30 y 50 años y presentar una piel sensible. Igualmente, es posible que la rosácea se deba a:
- Factores genéticos: Si alguien de tu familia fue diagnosticado con rosácea, es posible que tú también lo padezcas.
- Inflamación anormal: Tu sistema inmunológico podría reaccionar de forma exagerada a estímulos normales, provocando esta inflamación en el rostro.
- Productos para piel: Existe la probabilidad de que cierto tipo de maquillaje, jabones, cremas, entre otros, no sean bien tolerados por tu piel, dando paso a esta reacción.
- Hábitos rutinarios: Exponerte mucho al sol y el estrés emocional pueden desencadenar la respuesta inflamatoria de la rosácea.
- Consumo de alcohol: Beber de forma frecuente alcohol (especialmente el vino tinto) es uno de los factores desencadenantes de la rosácea más comunes.
- Alimentación: La rosácea puede aparecer porque en tu dieta tienes alimentos picantes, ricos en histamina (embutidos, mariscos y quesos añejos), bebidas calientes, tomates, cítricos y chocolate (que contienen cinnamaldehído, un posible desencadenante)
¿Cuál es la cura para la rosácea?
Te tengo una buena y mala noticia: lastimosamente, no hay una cura para la rosácea, pero sí existen tratamientos que disminuyen los síntomas, y te ayudan a vivir de forma más cómoda con esta afección.
Para esto, debes acudir a un dermatólogo, el médico especializado en la piel, quien te dará un tratamiento que puede consistir en:
- Cuidado de la piel: Usar limpiadores suaves, sin alcohol, será esencial a la hora de cuidar tu piel; igualmente, es importante que te apliques hidratantes y protectores solares para mantener tu piel protegida.
- Medicamentos tópicos: Algunos que te podría recomendar tu dermatólogo son: brimonidina, metronidazol o ácido azelaico, que ayudan a disminuir la inflamación o el enrojecimiento.
- Medicamentos orales: Se suelen recetar antibióticos orales, como doxiciclina en baja dosis, ya que controlan la inflamación. De la misma manera, tu dermatólogo podría indicar que consumas isotretinoína oral, pero si tu caso es muy severo
- Láser IPL: Esta es una tecnología increíble que puede ayudarte a tratar la rosácea, ya que el IPL emite pulsos de luz de alta intensidad que penetran en las capas profundas de la piel, calentando y cerrando selectivamente los vasos dilatados sin dañar el tejido circundante. De esta forma, se reduce visiblemente el enrojecimiento y mejora la textura general de la piel.
Así que es posible vivir con la rosácea sin que afecte tu vida, y para eso cuentas con el doctor Diego Roa, uno de los dermatólogos más reconocidos en Bucaramanga. Contáctate con su equipo, y conoce un nuevo mundo en donde la rosácea no controla tu existencia.